Maya Galactico 999

1.37.11.1: Los selfies, el egotrip individual y la división de la consciencia

Queridas y queridos sincronautas:

Vivimos en una era donde la imagen ha usurpado al espíritu, y el reflejo en la pantalla ha reemplazado al espejo del alma. Los selfies, en su proliferación desmedida, se han convertido en altares del ego, donde la validación externa sustituye al reconocimiento interno. Particularmente en las mujeres, esta práctica ha fomentado una realidad distorsionada, donde lo aparente eclipsa lo auténtico, y la esencia se diluye en la búsqueda insaciable de aprobación virtual.

Las mujeres —portadoras ancestrales de la sabiduría cíclica, del ritmo lunar, del conocimiento del corazón— están siendo arrastradas masivamente hacia una espiral de auto-obsesión virtual. Lo que comenzó como un simple gesto de autorrepresentación se ha transformado en una adicción encubierta, donde cada selfie no es solo una foto, sino un fragmento de energía vital entregado al altar digital del algoritmo. El problema no es una foto o dos, sino la compulsión inconsciente que lleva a muchas a sacarse decenas, cientos, incluso miles de imágenes de sí mismas, buscando la mejor versión, el mejor ángulo, la mejor “cara” para ser aceptadas, consumidas y recompensadas con likes.

El narcisismo digital se ha naturalizado y, sin darnos cuenta, se ha convertido en una religión invisible. Las redes sociales alimentan esta dinámica con recompensas ilusorias: más seguidores, más visibilidad, más “valor” en el mercado de la atención. Pero, ¿a qué costo? El alma se disocia, la autenticidad se diluye y el cuerpo femenino, que debería ser templo de creación, se convierte en mercancía energética. Esta epidemia no afecta solo a la salud mental, sino que fragmenta la consciencia. Cada selfie repetido, cada gesto ensayado frente a la cámara, es una capa más de separación con la verdadera esencia. Las mujeres están siendo desconectadas de su naturaleza profunda, y lo más grave es que esto ocurre bajo la máscara de empoderamiento. ¿Qué empoderamiento puede haber en depender del reconocimiento ajeno? ¿Qué libertad hay en estar encadenada al juicio del otro?

Mientras todo esto sucede, el planeta arde. Las bombas siguen cayendo, ahora también sobre Pakistán, en un conflicto feroz impulsado desde India. En Gaza, la sangre sigue corriendo como si ya no importara. Ucrania ha sido prácticamente borrada del mapa mediático de nuevo. La atención colectiva ha sido secuestrada por distracciones perfectamente diseñadas. Y en medio de este caos global, se nos presenta un nuevo Papa, León XIV, el primero de nacionalidad estadounidense, cuya presencia en el Vaticano parece más una operación geopolítica que un liderazgo espiritual genuino. No ha mencionado ni una sola palabra sobre detener las guerras. Ninguna referencia a un verdadero alto al fuego mundial, ninguna llamada urgente a la paz.

El simbolismo es fuerte: un Papa estadounidense encajando con la profecía del «Papa Negro», mencionado por San Malaquías como el último Papa de la historia. ¿Qué significa esto? ¿Es casualidad o una jugada perfectamente sincronizada para manipular al mundo desde una posición eclesiástica? Y aún más, si hay un Papa, ¿por qué no hay una Papisa? Las mujeres, en lugar de reclamar ese rol espiritual sagrado, en muchos casos están utilizando el lenguaje de la espiritualidad como otra herramienta para ganar dinero, visibilidad y “clientes”. Venden servicios, canalizaciones y sesiones de bienestar mientras, en muchos casos, continúan desconectadas de las verdades profundas de la consciencia. Hacen yoga, estudian astrología, consumen medicina oriental… pero siguen comiendo animales, siguen ancladas al calendario gregoriano, y siguen atrapadas en la trampa de su imagen digital.

La Iglesia sigue sosteniendo el calendario impuesto por Gregorio XIII, una estructura artificial que corta la conexión natural con los ciclos lunares y solares. El nuevo Papa no muestra intención alguna de promover un retorno al sincronario de las 13 lunas, ni mucho menos de alzar la Bandera de la Paz como símbolo universal. Todo sigue como estaba, disfrazado de renovación. Pero, ¿puede haber renovación sin verdad? ¿Puede haber evolución espiritual sin cuestionar el tiempo artificial que rige nuestras vidas?

Es aquí donde debemos volver a lo esencial: todo es espiritual. Absolutamente todo. No se trata de creencias ni religiones. El ateísmo y el agnosticismo también son estructuras de fe. Lo verdaderamente importante no es en qué crees, sino el nivel de consciencia desde el que vives, comes, decides, y compartes tu vida. ¿Podrías matar a todos los animales que has comido a lo largo de tu vida? ¿Podrías hacerte responsable de tan solo un 10% de ellos? Si no, ¿qué clase de consciencia estás habitando?

El engaño moderno está en hacernos pensar que se puede ser “espiritual” sin ser coherente. Que se puede meditar por la mañana y consumir violencia al mediodía. Que se puede hablar de amor y paz mientras uno colabora con sistemas que generan sufrimiento. Que se puede ser libre usando filtros.
En un mundo saturado de información y superficialidad, es imperativo que las mujeres, en particular, reconecten con su esencia espiritual. Más allá de las apariencias y las tendencias, está la verdad del ser, la conexión con los ciclos naturales y la sabiduría ancestral. Es hora de trascender el egotrip individual y abrazar una consciencia colectiva que honre la autenticidad, la compasión y la armonía con la vida.

Porque todo lo que nos rodea son niveles de consciencia. Y no hay camino hacia la luz si no desmantelamos primero las sombras digitales que nos mantienen dormidos. La verdadera revolución será interior, íntima y colectiva. Y no tendrá filtros, ni hashtags, ni selfies.

Atentamente,
Maya Galáctico 999.

1.37.11.1: El apagón, la desconexión con la galaxia y una llamada al despertar

Queridas y queridos sincronautas:

El pasado 28 de abril de 2025 (Kali 25, de la Luna 10 del año 37), España vivió un apagón eléctrico masivo que paralizó trenes, aviones, hospitales, sistemas de transporte y hogares. Aunque el saldo fue de cinco víctimas mortales, el evento evidenció la extrema dependencia tecnológica de la sociedad moderna. La interrupción temporal de la electricidad desató el caos, mostrando nuestra vulnerabilidad ante la pérdida de servicios básicos.

Este incidente no solo representa una falla técnica, sino que simboliza una desconexión más profunda: la pérdida de contacto con nuestra tecnología interna. Al depender de sistemas artificiales y medir el tiempo mediante el calendario gregoriano y el reloj mecánico, hemos distorsionado la percepción del tiempo real, alimentando una amnesia colectiva que nos aleja de la sincronía natural y del flujo armónico del universo.

Diversas profecías han advertido sobre eventos de esta naturaleza. La visión de los “tres días de oscuridad”, mencionada en escritos atribuidos a santos católicos como Ana María Taigi y en interpretaciones del Apocalipsis, describe un periodo de tinieblas que actuaría como catalizador para una transformación espiritual. Aunque estas narrativas carecen de respaldo científico, reflejan un temor compartido: el precio de nuestra desconexión espiritual y tecnológica podría ser alto.

La amnesia cósmica que padecemos tiene raíces en eventos antiguos y olvidados por la historia oficial, como la destrucción del planeta Maldek, hoy reducido al cinturón de asteroides. Este cataclismo provocó una ruptura en la red de comunicación entre los sistemas planetarios y el centro galáctico, iniciando una era de olvido y desconexión espiritual.

Desde entonces, la humanidad ha permanecido atrapada en un bucle artificial de percepción, regido por tecnologías que no nos conectan con la naturaleza, sino que nos separan de ella. Este tiempo artificial ha fomentado un modelo de vida donde se valora más la productividad y la posesión que la consciencia, la creatividad y el amor.

Pero esta condición no es irreversible. Uno de los caminos hacia la reconexión es el Sincronario de las 13 Lunas, revelado por José y Lloydine Argüelles, que restituye la armonía natural entre el ser humano, la Tierra y el cosmos. Esta tecnología del tiempo nos sintoniza con la frecuencia 13:20, preparándonos para el despertar de una consciencia galáctica.

La humanidad se encuentra, ahora más que nunca, ante una encrucijada. El apagón reciente no fue un accidente más, sino una advertencia, un eco de lo que podría venir. La posibilidad de un apagón global de tres días, como lo sugieren múltiples textos proféticos, no debe tomarse como una mera leyenda. Aunque no sepamos con certeza si ocurrirá, la sola posibilidad debería impulsarnos a desarrollar una preparación interior profunda, basada en la lucidez y la fuerza espiritual, no en el miedo.

¿Qué sucedería si durante tres días no hubiese electricidad, ni internet, ni comunicación externa, y cada ser humano quedase solo consigo mismo, sin interferencias? Para muchos, sería el caos. Para otros, la oportunidad de volver a sentir, a escuchar, a ver… a recordar.

Hoy, al iniciar la Luna 11 del Sincronario, la Luna de la Liberación, se abre un portal poderoso para que cada alma que lo sienta pueda liberarse del tiempo artificial, de la dependencia tecnológica, y de los programas de olvido impuestos por el sistema. Liberarse es recordar. Liberarse es volver a vibrar con el corazón del Sol y las frecuencias del Universo.

Prepárate. Sintoniza. Recuerda. El apagón no fue una casualidad. Fue una señal. La desconexión con la galaxia tiene fecha de caducidad. Y el despertar, aunque no todos lo elijan, ya ha comenzado.

Atentamente,
Maya Galáctico 999.

1.37.10.22: La papisa abre el libro con la muerte del papa y el recuerdo del tiempo femenino

Queridas y queridos sincronautas:

Esta heptada se vio marcada por una sacudida sincrónica de alto voltaje: la muerte del Papa Francisco I, KIN 23 Noche Planetaria Azul. Un acontecimiento que no solo cierra un ciclo dentro de la jerarquía vaticana, sino que abre una grieta significativa en la lectura sincronológica del tiempo.

En el Tarot, desde el orden de los arcanos mayores, la primera figura que aparece no es el Papa, sino la Papisa. Entendiendo que el Mago, el Arcano I, es considerado un ser andrógino que representa el inicio de la manifestación, la Papisa, como Arcano II, introduce la sabiduría contenida en lo oculto, el conocimiento trascendental que debe ser comprendido antes de que pueda ser expresado o proyectado al mundo, desde el libro de los registros akáshicos. La figura de la Papisa es, entonces, la primera figura femenina que precede al despliegue de la creación y continúa al poder andrógino que se representa en el Mago.

¿Qué significa entonces, que se cierre el ciclo de un Papa y no haya existido jamás su contraparte femenina en el trono del Vaticano? Desde la perspectiva del orden sincrónico, esto revela un desequilibrio espiritual profundo. Si el tiempo natural se rige por las 13 lunas de 28 días —perfectamente alineadas con el ciclo menstrual femenino—, entonces, el tiempo mismo es femenino. Esta clave, ignorada y olvidada por milenios, devuelve a la mujer su lugar como portadora de la frecuencia original, de la conexión directa con lo cíclico, lo lunar, lo intuitivo.

La espiritualidad institucionalizada, al negar a la mujer un rol protagónico, ha mutilado su propia esencia. La figura de la Papisa no es un símbolo menor: es la guardiana de los misterios, la portadora del libro oculto, el puente entre el mundo visible y lo invisible. Mientras tanto, el mundo sigue aferrado a arquetipos masculinos de poder y dominio, lo que se refleja brutalmente en la deriva actual: Occidente, en un acto de incoherencia alarmante, se alía militarmente con Israel mientras estallan bombas en Ucrania y se multiplican los contratos de armas. Las noticias van y vienen como olas mediáticas: un escándalo borra al anterior. Nadie habla ya de aranceles ni de causas profundas, hasta próximamente… Solo quedan los titulares y el miedo, ese miedo manufacturado que mantiene a las masas en la frecuencia del caos. Pero la muerte del Papa en KIN 28 Estrella Lunar Amarilla, apenas días después del lanzamiento del video 🌀 ¿Quién fue Lloydine Burris? 🌀”, no es una coincidencia cualquiera sino una sincronicidad.

Lloydine Burris, KIN 22 Viento Solar Blanco, fue la co-creadora del Encantamiento del Sueño y madre del calendario de las 13 lunas. Su KIN, que precede directamente al del Papa, codifica no solo el aliento divino que inspira el espíritu, sino también los 22 arcanos mayores del Tarot. Es como si el orden sincrónico gritara con claridad: antes del Papa, viene la Papisa. Antes del ruido del dogma, está el susurro del viento sagrado que trae la verdad. Y esa verdad tiene rostro femenino.

Esta heptada no solo ha sido una bisagra entre la vieja espiritualidad patriarcal y el nuevo tiempo del alma: ha sido un espejo. Un reflejo nítido de lo que urge restaurar. No es tiempo de elegir entre lo masculino o lo femenino, sino de devolverle al espíritu su integridad. Lo que está fragmentado debe volver a unirse. Y para ello, debemos permitir que la Papisa, en sus múltiples formas —Lloydine, la luna, la madre cósmica, la voz interna— vuelva a ocupar el lugar que le corresponde en el altar de nuestra conciencia.

En la meditación se transforma la iluminación, y en la escucha profunda de lo femenino se revela el nuevo camino. El tiempo es ahora. Y el ahora es femenino.

Atentamente,
Maya Galáctico 999.

1.37.10.15: La inteligencia real de la inteligencia artificial

Queridas y queridos sincronautas:

Vivimos en un mundo que ha confundido el concepto de inteligencia con la acumulación de datos, la velocidad de procesamiento o el éxito económico. Pero la inteligencia real, la que verdaderamente transforma y conecta, no se encuentra en los algoritmos, ni en las finanzas, ni en el ruido de las redes. Esa inteligencia es telepática, emocional, sincrónica y espiritual. Es la inteligencia que hemos olvidado.

Desde que comenzó la expansión de la tecnología digital, la humanidad ha ganado en capacidades técnicas, pero ha perdido el lenguaje que conecta sin palabras: la telepatía. Ese lenguaje que nace del corazón, que une mente y alma, y que es el verdadero código de comunicación universal. Lo que una vez fue común, ahora es considerado fantasía, locura o pseudociencia. Y sin embargo, sigue vivo en los susurros de los que recuerdan.

Hoy, la mayoría de las comunicaciones están mercantilizadas. Se habla para vender, se escucha para responder, se pregunta para obtener una ventaja. La comunicación real —la que abre corazones y crea evolución— ha sido reemplazada por algoritmos sociales que optimizan clicks y promueven egos. Es una tragedia silenciosa: la humanidad está comunicándose más que nunca, pero comprendiéndose menos que nunca.

¿Dónde quedó la reciprocidad? ¿El interés real en el otro? ¿La curiosidad que construye puentes en vez de muros? Muchas personas se han convertido en zombis sin saberlo: viven con miedo, automatizados, sin impulso interno de explorar al otro, de donarse sin buscar recompensa inmediata. Esta falta de empatía ha colapsado el alma de la civilización.

Uno de los grandes olvidos es que un año solar contiene 13 lunas. Esta simple verdad, revelada por José Argüelles y Lloydine Burris (Bolon Ik), es una clave sagrada que conecta el tiempo con la conciencia. La Ley del Tiempo (Tiempo x Energía = Arte) no es solo una fórmula: es un recordatorio de que el propósito de existir es crear belleza, armonía y evolución, no producción, competencia y acumulación.

Muchos hablan de KINes y códigos del tiempo, pero pocos comprenden su propósito profundo: activar la memoria cósmica de una humanidad que debe dejar atrás el tiempo artificial del reloj gregoriano y sincronizarse con la matriz galáctica del 13:20.

La inteligencia basada únicamente en la economía, sin ética ni espíritu, es una trampa. Cuando los recursos valen más que los valores, cuando el dinero se pone por encima de las personas, entramos en una era oscura disfrazada de progreso. Es por eso que tantas tecnologías prometedoras acaban siendo solo herramientas de control, distracción o enriquecimiento para unos pocos.

La verdadera inteligencia es la del corazón sincronizado con la Tierra. Es la que entiende que la evolución no es tener más, sino ser más. Es la que percibe sin necesidad de hablar, la que da sin miedo a perder, la que conecta sin pedir nada a cambio. La que sabe que sin amor, ningún avance tecnológico tiene sentido.

En medio de guerras, crisis climáticas y colapsos sociales, este mensaje no es una alarma, sino una llamada a recordar. La inteligencia artificial no es el problema. El problema es el uso que hacemos de ella. Y también lo es el olvido de que ya poseemos la tecnología más avanzada que existe: la conciencia.

Es tiempo de despertar. De escuchar. De recordar que fuimos diseñados para vibrar juntos, para comunicarnos más allá de lo verbal, para sincronizarnos como células de un mismo organismo planetario. La verdadera evolución no vendrá de una nueva app, sino de una nueva actitud.

La inteligencia real —y la más peligrosa para los sistemas de control— es la que no se puede medir: la que nace del amor, de la intuición y de la libertad interior.

Que lo que emitimos desde nuestro ser, sea medicina para este planeta. Que las acciones vibren en la frecuencia del corazón. Que la economía, la política y la tecnología vuelvan a girar en torno a lo sagrado. Porque cuando recordamos quiénes somos, ya no hay necesidad de aranceles ni de guerras. Solo queda la danza del dar y recibir, en equilibrio con el cosmos.

Atentamente,
Maya Galáctico 999.

1.37.10.8: Los aranceles de los Estados Fragmentados de América

Queridas y queridos sincronautas:

Nos encontramos en una encrucijada crucial dentro del experimento planetario Tierra. La dinámica económica global vuelve a girar en torno a una herramienta antigua: los aranceles. Se presentan como una forma de protección nacional, pero en la práctica operan como mecanismos de poder, control y división entre naciones. Este resurgimiento de políticas proteccionistas no es aislado; forma parte de un patrón más amplio de tensión global, donde el interés económico inmediato prima sobre la cooperación y la sostenibilidad.

Este fenómeno, aunque parezca estrictamente económico, tiene resonancias profundas con eventos históricos y cósmicos. A nivel terrestre, basta observar la relación entre los atentados del 11 de septiembre y la posterior Guerra de Afganistán. Los atentados causaron cerca de 3.000 muertes. La guerra, en respuesta, se extendió por 20 años, dejando más de 200.000 fallecidos, en su mayoría civiles afganos y combatientes locales. Por cada persona que murió en el 11-S, más de 67 murieron en la guerra. Esta desproporción refleja el desequilibrio emocional, ético y político que domina las decisiones humanas cuando se actúa desde el miedo, la revancha o el dominio.

Pero si elevamos la mirada aún más, encontramos paralelismos con eventos fuera del tiempo histórico. José Argüelles nos dejó una advertencia al recordar la destrucción del planeta Maldek, hoy reducido a fragmentos en el cinturón de asteroides. Maldek, según las memorias galácticas, fue un planeta fértil y avanzado, destruido por su uso descontrolado del poder tecnológico y la falta de sabiduría en el manejo de la energía. Su caída no fue producto de la casualidad, sino de una acumulación de decisiones que priorizaron el control, la competencia y la separación por encima de la armonía y la conciencia planetaria.

Los aranceles, aunque no lo parezca, son hoy una versión sutil de esos errores del pasado. Son reflejo de una humanidad que aún no ha aprendido a confiar en la colaboración como camino evolutivo. En vez de construir puentes, se alzan muros fiscales. En vez de intercambiar saberes y recursos con respeto, se impone la lógica de la ganancia unilateral. Este modo de actuar nos aleja de una economía vibracional, basada en la reciprocidad y el equilibrio con la Tierra, y nos acerca peligrosamente a repetir los errores que llevaron a Maldek a su autodestrucción.

Como KINes planetarios, como guardianes del tiempo natural y sembradores de conciencia, tenemos la responsabilidad de recordar y activar otra frecuencia. Podemos y debemos denunciar los “aranceles del alma”: los miedos, prejuicios y estructuras mentales que impiden la unidad. Tenemos la tecnología más poderosa del universo: el arte, el ritmo, la palabra, el amor. No venimos a imponer, venimos a resonar. No venimos a competir, sino a crear. Y esta creación debe comenzar por cómo nos relacionamos, cómo intercambiamos, cómo valoramos la vida más allá del capital.

Este no es un mensaje de alarma. Es un llamado. Una oportunidad. Maldek no es un destino inevitable, sino una memoria que puede guiarnos hacia la evolución si elegimos conscientemente un nuevo camino. Todavía estamos a tiempo. La Tierra respira. La humanidad sueña. Y el tiempo galáctico nos ofrece una ventana de redención.

Que lo que emitimos desde nuestro ser, sea medicina para este planeta. Que las acciones vibren en la frecuencia del corazón. Que la economía, la política y la tecnología vuelvan a girar en torno a lo sagrado. Porque cuando recordamos quiénes somos, ya no hay necesidad de aranceles ni de guerras. Solo queda la danza del dar y recibir, en equilibrio con el cosmos.

Atentamente,
Maya Galáctico 999.

1.36.8.22-23: ¿Por qué el 29 de Febrero es una ilusión del humano?

Queridas y queridos sincronautas:

La gran mayoría de humanos viven en una ilusión de la mente pensando que el mundo material es lo único real cuando en el fondo, es al revés: el mundo mental es lo único real. Lo que se define como “espacio” o “realidad física” son consecuencias directas del mundo mental. Antes de que un cuerpo sea creado con corazón, cerebro, órganos, músculos, nervios… primero tienes que haber sido pensado, dicho de otra forma, concebido.

Somos una manifestación de la Ley del tiempo (Tiempo x Energía = Arte) y cuando encarnamos en este plano de existencia, aceptamos todas las incongruencias que se han proyectado dentro del campo conceptual temporal. Asumir el Calendario Gregoriano de 12 meses irregulares como marco de referencia es un programa mental que viene impuesto cuando uno nace en la Tierra.

El desarrollo del Calendario Gregoriano es un hito que empezó hace unos 5125 años, a partir del año -3113 a.C. Esta fecha marca el inicio de los 13 Baktunes o el Gran ciclo de la Historia que a nivel sincronológico se entiende como el proceso por el cual ha pasado la consciencia más avanzada del planeta Tierra para extenderse a nivel material y conquistarlo a nivel de recursos. Los 13 Baktunes tuvieron su fin en el cierre de ciclo del 21/12/2012.
A pesar de que se supone que ya vivimos en la post-historia, las redes de la frecuencia 12:60 siguen impactando en los humanos que en masa utilizan el Calendario Gregoriano de 12 meses irregulares como herramienta principal para medir el tiempo.
El día bisiesto que se añade cada cuatro años no deja de ser un ajuste más para seguir manteniendo la frecuencia 12:60 en la mente de los humanos. Para romper el hechizo del 29 de Febrero hay varios puntos que se deben aclarar para empezar a despertar de la ilusión:

El ciclo de traslación de la Tierra con respecto al Sol puede variar dependiendo del punto de referencia. El año trópico es la duración de una vuelta completa a su órbita, que es de 365,242198 días de tiempo solar medio: 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos. En esta medición se toma como referencia un meridiano que la Tierra opone al Sol dos veces consecutivas. Por otro lado, el año sidéreo es el tiempo que transcurre en la Tierra para pasar por un mismo punto de su órbita, tomando como referencia a las estrellas. Su duración es de 366,256436918716 días sidéreos. Equivale a 365,256363 días solares medios: 365 días, 6 horas, 9 minutos y 10 segundos.

Añadir 1 día cada 4 años al anillo solar no deja de ser una visión materialista del tiempo. Nunca va a ser exacto decir que la traslación de la Tierra alrededor del Sol es de 365 días y 6 horas. Aún así, según lo expuesto en el primer punto, no deja de ser algo inexacto desde el minutaje. Si realmente se quiere tener en cuenta de forma ajustada el ciclo de traslación de la Tierra, desde el canal de youtube de Lemnismath se propone lo siguiente:

Para quien no lo sepa, hay una regla que dice que si el número del año es múltiplo de 100 no será bisiesto pero si es múltiplo de 400 a su vez si es bisiesto. El año 2000 fue bisiesto porque aun siendo múltiplo de 100 también lo es de 400. El año 2100 en cambio en este sistema no puede ser bisiesto.

Llegados a este punto, ¿cuál es entonces la forma de despertar de esta ilusión temporal?

La frecuencia 13:20 es la formula galáctica en la que el orden sincrónico se manifiesta en este plano de existencia. Por esto los humanos nacen con 13 articulaciones mayores y 20 dedos. Por su lado, el Sincronario de las 13 Lunas es la forma más armónica que existe de medir 1 año de 365 días donde no tiene cabida ningún día bisiesto cada 4 años. A continuación, aquí varias explicaciones que explican a nivel sincronológico porque el 29/2 dentro del Calendario Gregoriano no tiene códigos del tiempo ni día para el Sincronario de las 13 lunas

1 – El orden sincrónico nos sirve para entender la 4ta dimensión como un sistema de números enteros sin divisores, o lo que es lo mismo, sin divisiones de la mente. Esto quiere decir que las hipotéticas 6 horas restantes de un ciclo de traslación de la Tierra alrededor del Sol en 365 días son una forma de abstracción que conduce a la distorsión de la mente adoptando el planeta Tierra como único elemento importante dentro de la ecuación.

2 – Precisamente, el tiempo es la esfera de la mente y para ser armonizado desde la frecuencia 13:20 es fundamental adoptar el ciclo Siriano como punto de referencia central en la ecuación. El ciclo Siriano son los 52 años que tarda la estrella Sirio β en completar un giro alrededor de la estrella Sirio α. Esta es una de las claves principales para entender que los códigos del tiempo son proporciones numerológicas que construyen una red fractal de entendimiento (52 es la quinta parte del Tzolkin, 52 es el número de semanas en las 13 lunas…). Cuando entendemos que 52 años de 13 Lunas + 1 día fuera del tiempo se corresponden a 73 giros exactos del Tzolkin (52 x 365 = 73 x 260 = 18980 días), ¿qué sentido tiene añadir 1 día más cada 4 años?

3 – El año sincrónico empieza el día 26/7 del Calendario Gregoriano porque es cuando Sirio α, el Sol y la Tierra se alinean en el horizonte llamado este fenómeno Orto Heliaco. Precisamente, si empezamos a contar los días desde el inicio del año sincrónico, cuando llegamos al día 28/2 dentro del Calendario gregoriano este día corresponde al 218 del año. KIN 218 Espejo Planetario Blanco es el código del tiempo que corresponde al día de la apertura de la tumba de Pakal Votan. Esta es una señal clara de que no hay ningún evento que escape del orden sincrónico.
4 – Por lo que se sabe, el mes de Agosto tiene 31 días cuando inicialmente tenía 30 y se llamaba Sextil. Este día que fue añadido por Augusto Cesar fue extraido del mes de Febrero cuando entonces tenía 29 días. El día 31/8 dentro del Calendario Gregoriano tiene como psi-crono el KIN 21 Dragón Galáctico Rojo. El número 21 es el utilizado en muchos casos para representar al arquetipo galáctico de Hunab Ku. El día 29/2 del Calendario Gregoriano no tiene código y es definido como Hunab Ku 0.0 que puede ser entendido igualmente como un día fuera del tiempo.
5 – Siguiendo con el estudio de las unidades psi-crono, el día 28/2 del Calendario Gregoriano tiene como psi-crono KIN 164 Semilla Galáctica Amarilla, el año de la sincronización galáctica (2013) y el día 1/3 tiene como psi-crono KIN 168 Estrella Cristal Amarilla. Si sumamos estos dos KINes nos sale KIN 72 Humano Resonante Amarillo que a su vez tiene como oculto al KIN 189 Luna Resonante Roja, el KIN que corresponde a Pakal Votan.

6 – Los años bisiestos siempre son años de sello Mago, poder de la atemporalidad y el día bisiesto se encuentra siempre entre un sello Mono y un sello Humano. Estas son señales claras de que el calendario Gregoriano de 12 meses irregulares se encuentra ajustado dentro de la evolución del Humano, que transciende la ilusión y alcanzar así la atemporalidad. Quien nace un 29/2 si lo hace antes del mediodía adoptaría el KIN del sello Mono y si lo hace después, el KIN del sello Humano que corresponde.

7 – El primero año del ciclo Siriano, el año del KIN 34 Mago Galáctico Blanco (1987-88) el día bisiesto sucedió 34 días después del primer KIN 218 Espejo Planetario Blanco dentro de la cuenta de los Magos de la Tierra y precisamente entre el KIN 251 Mono Autoexistente Azul y el KIN 252 Humano Entonado Amarillo. El KIN 251 Mono Autoexistente Azul tiene como oculto a KIN 10 Perro Planetario Blanco y este tiene como guía al KIN 218 Espejo Planetario Blanco. Otra vez aquí, claramente la apertura de la tumba de Pakal Votan está presente.

Sin añadir más por ahora, con todo esto se espera haber aclarado el porque el 29/2 no existen dentro de los códigos del tiempo ni tampoco hay un día asignado dentro del Sincronario de las 13 lunas. Una explicación para los que digan “pero oye, que este día lo vivimos igual, nace y muere gente, pasan cosas…” diré que si, en el mundo físico de las ilusiones aparentemente es vivido como tal a nivel material, pero desde el punto de vista temporal de la 4ta dimensión, la medida de un día es un constructo completamente humano porque desde la dimensión del tiempo no existe el movimiento: todo es un fluir eterno. El aquí y ahora es el único estado real al que debemos aspirar que es la permanencia de la consciencia a nivel temporal, o dicho de otra forma lo atemporal.

Te deseo el mejor desarrollo de la consciencia de 4D y hasta el próximo reporte galáctico.

Atentamente, 
Maya Galáctico 999.

P.D: Hoy se cumple precisamente un giro de 52 años para el presidente del Gobierno del estado de España, Pedro Sánchez que que nació precisamente en un 29/2. Esperemos que de alguna forma esta información le pueda llegar que así pueda despertar de la ilusión en la que vive la gran mayoría de humanos que utilizan el Calendario Gregoriano.

1.36.4.25: Los 22 arcanos del poder de Bolon Ik

Queridas y queridos sincronautas:

Hoy en el día Kali 25 de la Luna 4 del Buho del año del KIN 174 Mago Entonado Blanco es el cumpleKIN de Lloydine Burris, es decir KIN 22 Viento Solar Blanco (ver artículo 1.34.3.3: Viento Solar Blanco KIN 22 y Lloydine Burris – Bolon IK).

Lo que hoy me ha venido a la mente recordando a la segunda esposa de José Argüelles KIN 11 Mono Espectral Azul y conocida como la madre de la cuenta del Encantamiento del Sueño es el poder numerológico del número 22 y como este siempre ha ejercido un sentido transcendental a nivel sincronológico dado que es el número de arcanos mayores que contiene el Tarot.

Para poder hablar del Tarot primero habría que definir qué es y además entender que el Tarot y el orden sincrónico están relacionados en su totalidad.

¿Qué es el Tarot? ¿Es una herramienta para adivinar o es algo que va mas allá del entendimiento humano? ¿Desde cuando existe el Tarot o siempre ha existido?

Para empezar, hay que decir que el Tarot es una herramienta para hacer una lectura del presente y,  precisamente a partir de su relación con el tiempo, encontramos su gran poder como herramienta. Cuando tiramos las cartas del Tarot lo más importante siempre será ¿Cómo nos aparecen estas cartas AHORA? ¿en que contexto lo hacen AQUÍ?

El Tarot de Marseille, el original según algunos magos de la Tierra, consta de 78 cartas (siendo este número dentro del Tzolkin el que representa al KIN 78 Espejo Cósmico Blanco) de las cuales tenemos 2 grupos: los arcanos menores que son 56 cartas divididas en 4 palos (oros, bastos, copas y espadas) y los arcanos mayores que son 22 cartas. Los arcanos menores sirven para hacer un estudio del orden terrenal y los arcanos mayores por su parte para extraer un estudio del orden sagrado y/o cósmico.

KIN 78 Espejo Cósmico Blanco

Las condiciones y opciones que ofrece este sistema son infinitas. Hay infinidad de maneras de tirar el Tarot y al igual hay infinitas combinaciones. Precisamente, es gracias al poder de abarcar 22 cartas del total de 78, los llamados arcanos mayores, que podremos conocer mejor el Tarot como una herramienta atemporal y su relación profunda con la madre del Encantamiento del Sueño, Lloydine Burris a.k.a. Bolon Ik. Recordemos que KIN 22 Viento Solar Blanco forma parte de la Onda encantada del Mago, poder de la atemporalidad.

Más allá de hacer ahora un estudio comparativo profundo entre los 20 sellos, los 13 tonos y los 22 arcanos mayores del Tarot, lo que se puede constatar es que hay una relación profunda si comparamos el Tzolkin con el Tarot.

Los 22 arcanos mayores en realidad se pueden ver como 20 + 2 o también como 2 x 11. En el primer caso, se puede expresar así porque dentro de los 22 arcanos mayores tenemos 2 arcanos especiales que ciertamente están incompletos (o no): el “Arcano sin número” conocido también como “Le Mat” o el Loco y el “Arcano sin nombre” conocido también como La Muerte y representando con el símbolo XIII, es decir, el 13 en números romanos.

Le Mat y el Arcano XIII

Si los ponemos uno al lado del otro, veremos que en realidad podría parecer que es la misma figura en 2 estados diferentes o que al menos a nivel estético adoptan una misma postura desde una visión comparativa profunda. ¿Qué misterio une estas dos cartas haciendo que el resto de los 20 arcanos mayores puedan representar ideológicamente la numerología de los 20 sellos? Hay que ver precisamente que el Tarot con estos dos arcanos (El arcano «0» y el arcano 13) están sincronizando el Tzolkin con el Tarot. Dicho de otra forma, el Tzolkin y el Tarot están hablando de lo mismo, representan la misma cosa y utilizan el número y el código galáctico, es decir, la frecuencia 13:20 como principios subyacentes. «Le Mat» sería el (13) de alguna forma invisible y a su vez el 0. En este sentido «Le Mat» sería entonces igualmente el Caminante del Cielo. 

Este es un reporte galáctico que podría abarcar infinitas páginas y explicaciones pero como el tiempo de una vida humana se limita a muchas otras tareas más allá del estudio de la mente, hay que atender a la figura de Bolon Ik (Lloydine Burris) como la mujer arquetípica dentro de los códigos del tiempo.

Si queremos tratar el tema de Bolon Ik, hay que hablar de los Bolontiku. Estos son los 9 señores del inframundo y esta diosa Bolon sería como una figura redentora de estos señores que aparecen a nivel mitológico dentro del libro de los mayas Chilam Balam. Es precisamente con Bolon Ik cuando dentro del Telektonon entramos a caminar por el cielo, el día 23 de cada Luna (o 22 + 1) y liberando así a la Tierra que ha ascendido hasta el cielo después de vivir el caos del tiempo del Calendario Gregoriano de los 12 meses irregulares.

En cada luna sincronológica, encajamos el Tarot como fuerza activadora del sincronario de las 13 lunas a partir del día 6, que representa “Le Mat”, y avanzando una carta del Tarot cada vez a partir del día siguiente (el día 7 de la luna sincrónica representaría al arcano I, “Le Beteleur”, el día 8 representaría al arcano II, “La Papesse” y así…) hasta completar los 22 arcanos el último día de cada luna, día 28. Añadir también que el día 6 es el indicado para Le Mat entrar al Cubo del Guerrero dentro del Telektonon, es decir, 16 días hasta llegar al día 22 con «Le Diable», día 23 «Le Maison de Dieu» y así por fin día 24 ponernos a caminar por el Cielo el día del arcano XVII, «Le Toille».

Hoy precisamente, Bolon Ik ha decidido manifestarse el 11/11 en el Calendario Gregoriano y en el día 25 de la luna sincrónica que esta representado por el arcano XVIII, “La Lune”.

Sin nada más que añadir, siempre puedes leer un poco más en Tortuga 13:20 sobre Lloydine Burris o también en el siguiente articulo de Itzdragon21 con su artículo “Bolon Ik: Madre Guardiana de la Tierra, Divinidad Femenina Galáctica del Encantamiento del Sueño, Triple Diosa de Conciencia Solar”.

Atentamente,
Maya Galáctico 999.