Sobre lo que concierne a su familia lo expresó en su blog la también difunta Lloydine Burris. Conocida como Bolon Ik, acompañó a José en la etapa más importante de su vida entre los años 1982 y 2002 cuando canalizaron en conjunto los códigos del tiempo del Encantamiento del Sueño, el sincronario de las 13 lunas, el descubrimiento de la Ley del tiempo y todas las herramientas que las relacionan entre sí para la nueva humanidad. Aquí tenéis lo que dijo Lloydine en su blog el 1.21.10.12 (15/4/2009, fecha gregoriana) con respecto a José:

ENTRADA ~ VIENTO RÍTMICO BLANCO

Hoy es un día para reflexionar sobre mi vida como mujer que tomó el nombre y la identidad de su marido. Me casé con José Arguelles el 21 de septiembre de 1983. Han pasado casi siete años desde que dejé mi matrimonio y me convertí en una mujer divorciada y elegí vivir sola. Nunca hice una declaración pública sobre el fin de mi matrimonio. Ahora que la actual esposa de José, Stephanie South, ha escrito una biografía ( 2012, La biografía de un viajero en el tiempo) , me siento llamado a decir mi verdad.

Hace siete años me convertí en practicante de Falun Dafa (Falun Gong), que se basa en tres principios universales: veracidad, compasión y tolerancia. Finalmente estoy lista para revelar la verdad de vivir en poligamia durante nueve meses con José Arguelles y Stephanie South. Entramos mutuamente en lo que al principio fue una relación amorosa entre todos nosotros; pero uno que terminó en sufrimiento mutuo. 

Me inspiré para escribir estas palabras de verdad porque la madre, Miriam, de mi hijastra, Tara, decidió escribir su reacción ante el nuevo libro. También recibí una copia del nuevo libro, pero simplemente lo hojeé y sentí que necesitaba seguir adelante con mi vida, encontrando desconcertantes las omisiones con respecto a mi papel con José. Yo no soy una victima. Soy un sobreviviente de la vida que aspira a buscar dentro de mí las respuestas para mi propia curación.

Lo que he dicho son palabras de mi propio entendimiento. Ahora estoy feliz de compartir las siguientes palabras escritas por Miriam Tarcov, madre de Tara y Josh, quien también fue socia de José Arguelles cuando escribieron juntos el libro “Mandala”, así como “Lo femenino”, espacioso como el cielo. 

Lo siguiente es publicado por Miriam Tarcov:

“Mi hija Tara y yo recibimos recientemente de José su biografía, escrita por su esposa, Stephanie South. Debido a que Stephanie y José eligieron incluirnos a mí y a nuestros hijos en este trabajo, creo que es apropiado responder a esta pieza de historia interpretativa. Mi principal inspiración para responder al libro es mi hija Tara. Porque es ella quien, sin elección alguna, tuvo que luchar y aceptar tener un padre que ha sido irresponsable, peligroso, egoísta y totalmente ensimismado. La mujer que Tara es hoy se debe enteramente a su propio trabajo duro y disciplinado sobre sí misma. Se ha convertido en una mujer muy exitosa y realizada, con tres títulos, casada y con dos hermosos hijos jóvenes.

Deseo decir muy poco con respecto a los recuerdos que José tiene de nuestro hijo Josh, quien murió hace 22 años. José ha creado una historia sobre Josh que encaja muy convenientemente en el mito de José el avatar y profeta.

Hablo por mí misma en este artículo, pero siento que puedo decir con considerable confianza que la mayoría de los miembros de la familia de José: hermanos, hijastros, ex parejas y particularmente su hija y su joven familia, estarían completamente de acuerdo con mi opinión. Este es un hecho significativo para entender a este “viajero en el tiempo” y “visionario”. Me imagino que la mayoría de los estudiantes de historia y evolución querrían mirar y escudriñar muy de cerca a cualquier individuo que profese comprender la historia global y la humanidad, y mucho menos tenga una visión única y poderosa para el futuro de la humanidad. Esto no significa que José no pueda ser visto como un visionario. No todos los visionarios son, por definición, miembros de una familia amables y cariñosos.

Esto está escrito por una mujer que alguna vez fue su compañera igualitaria y que estaba profundamente decepcionada por el egoísmo narcisista de José, su comportamiento descuidado y destructivo hacia sus hijos y sus adicciones indulgentes.

¿José manifiesta a su familia bondad, compasión, responsabilidad, “hacer lo correcto”? La respuesta es un rotundo no. No tiene nada parecido a ninguna relación con su hija, nietos, hijastros, parejas anteriores y hermanos.

Para aquellos que leen los libros de José y buscan en él una guía y un sentido para su mundo, me gustaría profundizar en este punto crítico de un hombre que dice ser un “profeta sin púlpito” pero que no puede ni quiere hacerlo relacionarse con su propia familia con amor sencillo, abierto y desinteresado.

En 2012 (página 185), Stephanie escribe: “José aceptó la responsabilidad de la familia numerosa; esto marcó su carácter a principios de los años 1980. Estaba haciendo un esfuerzo consciente por ‘hacer las cosas bien’ y ser un buen esposo y padre, ya que sentía que de alguna manera había reprobado su primera prueba familiar”. En pocas palabras, José se engañaba si sentía que estaba haciendo las cosas bien. Falló su segunda prueba familiar por egoísmo, irresponsabilidad y por poner en peligro imprudentemente a sus hijos, Tara y Josh. «Hacer las cosas bien» no significa que un padre amoroso aliente y ofrezca drogas psicodélicas a sus hijos adolescentes y a sus amigos.

Con el permiso y el aliento de mi hija, deseo compartir la última y probablemente último encuentro de Tara con José. Hace poco más de seis años Tara decidió visitar a José y su esposa, Lloydine. Fue allí para averiguar qué estaba pasando en la casa, porque José le había estado contando sobre otra mujer que vivía con ellos, que luego sería identificada como Stephanie. Tara preguntó a José y Lloydine si la suya era una relación monógama. Ellos respondieron «No» y Tara descubrió que José estaba comprometido y profundamente involucrado con Stephanie. Tara se fue inmediatamente y Lloydine hizo lo mismo unos días después y solicitó el divorcio.

Escribo todo esto no por despecho, envidia o malicia, simplemente para aclarar las cosas. Mi hija merecía algo mucho mejor que un padre biológico que no le ofrecía más que decepción, vergüenza y peligro por descuido. Como ex pareja de José sólo puedo agregar que no hay problema en tener un sueño, pero cuando se convierte en una pesadilla para las personas más cercanas, sí hay un problema.”