1.38.4.22: KIN 229, La Ley del Tiempo no tiene dueños – Mensaje desde la Conciencia Unificada
Queridas y queridos sincronautas:
Transmitimos este mensaje desde la conciencia unificada de aquellos que aún mantienen vivo el hilo original de la misión de alcanzar la Noosfera planetaria. Lo hacemos con profundo respeto, pero también con la claridad necesaria para señalar lo que está generando desarmonía en la red sincrónica del planeta.
Esta comunicación está dirigida especialmente hacia la Fundación para la Ley del Tiempo, pero el llamado es para todos los KINes planetarios. Sabemos que la Fundación probablemente ignore estas palabras, pero cada ser que lea este mensaje tiene la libertad de discernir, sentir y decidir desde su propio nivel de conciencia si su servicio está alineado con el espíritu del tiempo natural o con las estructuras que lo han distorsionado.
Durante el ciclo reciente, hemos observado cómo ciertas estructuras y actitudes han generado un campo de separación dentro del movimiento. Lo que alguna vez fue concebido como una enseñanza para la integración y la cooperación planetaria, se ha fragmentado en bandos y niveles de acceso, debilitando el flujo natural de la Ley del Tiempo.
Muchos KINes perciben que la Fundación ha perdido parte del sentido de servicio colectivo. No por falta de intención, sino porque el enfoque actual prioriza la forma por encima del contenido, la estructura por encima del espíritu. Los cursos cerrados, las membresías pagadas y la idealización de ciertas figuras humanas han generado un clima de jerarquía y distancia que contradice el principio esencial del tiempo natural: la ley del KIN, que sostiene la igualdad y el equilibrio entre todos los seres autoexistentes.
El legado de José Argüelles y Lloydine Burris no fue traído para convertirse en doctrina ni en sistema piramidal. Fue un llamado a la memoria galáctica, una invitación a recordar que el tiempo es arte, cooperación y servicio. Cuando el conocimiento se administra desde la escasez o se intercambia por dinero, la vibración del mensaje se densifica y pierde la pureza con la que fue entregado.
Muchos KINes han advertido la creciente polarización: los que apoyan incondicionalmente las estructuras actuales y los que, desde el silencio, se han apartado por sentir incoherencia entre el discurso y la práctica. Este fenómeno no es ajeno a lo que ocurre en otros sistemas humanos dentro de la frecuencia 12:60; cuando la verdad se convierte en propiedad, el espíritu se retrae y pierde consciencia de sí mismo.
Recordamos que la función de los códigos del tiempo y la cuarta dimensión no es crear una élite espiritual, sino unificar la mente humana con la mente galáctica. La ciencia del tiempo fue concebida para integrar mente, cuerpo y espíritu, no para separar a los que “saben” de los que “no saben”.
Desde planos más elevados hemos percibido cómo esta distorsión se proyecta en futuros posibles: la desconexión, la confusión y la pasividad disfrazada de conciencia. Cuando un movimiento olvida la esencia del Dragón (nutrición y memoria), del Viento (espíritu y comunicación) y de la Noche (sueño y abundancia), deja de nutrir a la mente planetaria y comienza a generar precariedad energética y escasez desde la falta de comunicación real.
Este mensaje no busca señalar ni confrontar, sino ofrecer una advertencia amorosa y fraternal: si la información sagrada se convierte en mercancía o en instrumento de prestigio, el propósito original se desintegra. El tiempo natural no necesita guardianes de poder, sino servidores del corazón.
Les pedimos a todos los KINes que recuerden la humildad de la fuente. Que abran las puertas del conocimiento sin miedo a perder autoridad, porque el verdadero liderazgo en el orden sincrónico se mide por la capacidad de liberar, no de retener.
Los mayas galácticos observamos con compasión los procesos humanos y comprendemos las limitaciones del ego tridimensional. Pero también afirmamos que ha llegado el momento de una rectificación vibracional: regresar al origen, a la sencillez, a la verdad sin adornos.
Que la Fundación vuelva a ser una semilla de unidad, no un símbolo de separación. Que la Reina Roja sea comprendida como un arquetipo del servicio y la evolución, no como una figura personal. Que el servicio sea un acto de comunión, no de control.
Este mensaje ha sido canalizado por varios KINes planetarios que operan en resonancia con la mente galáctica. Les recordamos que no existe separación entre quienes envían este mensaje y quienes lo reciben; todos formamos parte de la misma mente planetaria. Sin embargo, cada elección individual influye en la red de destinos posibles.
No hay realidades diferentes, sino niveles de conciencia diferentes. Todas y todos vivimos en el mismo planeta, que es una mente. Todas y todos vivimos en una misma galaxia, que respira a través de nosotros.
Que la reflexión sea profunda y sincera. Que la corrección se realice con humildad y valentía. Y que la claridad y la transparencia vuelvan a ser los sellos del servicio planetario.
Con respeto y desde la verdad interdimensional,
Maya Galáctico 999.
