1.37.11.8: La incomunicación en la era de las telecomunicaciones

Queridas y queridos sincronautas:

Nos encontramos inmersos en la era de la sobreinformación, donde la comunicación abunda, pero el alma calla. En esta paradoja moderna, en la que millones se siguen unos a otros, reina una epidemia silenciosa: la incomunicación. Nunca antes habíamos tenido tantas herramientas para hablar, pero tan pocas conexiones reales desde el corazón.

La realidad virtual ha generado una saturación mental tan intensa que nuestras almas apenas pueden respirar. En este virus invisible que corrompe las redes y los vínculos, los mensajes se ignoran, las emociones se entierran, y la soledad se disfraza de likes y seguidores. Esta desconexión con el otro es, en esencia, una desconexión con el más allá. Una grieta galáctica que se amplía con cada scroll hacia el vacío.

Muchos hombres buscan el contacto, la atención o la conexión emocional, y muchas mujeres, sin saber cómo integrar estas interacciones, terminan rechazándolas o ignorándolas. La virtualidad convierte lo sutil en sospechoso, lo humano en molesto, lo vulnerable en descartable. Esta indiferencia no es evolutiva; es un retroceso. Un programa que siembra frialdad en el corazón del alma colectiva.

Cuando estos individuos finalmente se encuentran en la vida real, el espejo es cruel: lo que fue proyectado desde una fantasía se revela hueco, torpe, fragmentado. El encuentro ya no es sagrado, sino una extensión del mercado. Todo gira en torno a lo que se puede vender, y si no hay transacción económica, la relación se vuelve prescindible.

Esto se replica incluso en entornos espirituales: terapeutas, yoguinis, sanadoras, ceremonias de cacao, danza femenina… todo tiene un precio, todo tiene un flyer, todo exige un ingreso. Pero, ¿qué sucede cuando el alma quiere participar sin el cuerpo o cuando el dinero no es parte de la ecuación? Entonces, desaparecen los guías. Se esfuman las respuestas. La «sanación» se vuelve una performance. Porque si sanar fuera real, ¿cuál sería el modelo económico? ¿Repetir clientes como si fueran enfermos reincidentes?

Como Maya Galáctico 999 viví en carne propia este absurdo: ofrecí pagar por un evento sin asistir físicamente, desde un acto de intención energética pura. La respuesta fue el silencio. Quien decía ofrecer «sanación» no tuvo tiempo para responder. Porque la sanación no es rentable si no hay presencia, si no hay imagen, si no hay espectáculo.

Este ciclo es un lazo con la 6ta dimensión, el plano de Lucifer, que se detiene en el 3er ojo y no logra cruzar al corazón. Es el plano donde la espiritualidad se convierte en negocio, y donde la comunicación es solo una herramienta de marketing disfrazada de consciencia.

Frente a esto, el sincronario de las 13 lunas nos recuerda un paradigma sagrado: Tiempo x Energía = Arte, no dinero. Ésa es la clave para salir del hechizo. Ésa es la semilla de la verdadera evolución.

El nuevo Papa parece una sombra del anterior, una continuación sin rupturas, sin voz, sin acto. Donald Trump, en una jugada grotesca de geopolítica simbólica, dice querer aliarse con Putin para salvar a Ucrania. Gaza sigue llorando a sus muertos bajo los escombros de la indiferencia mundial. Los gobiernos se polarizan y la tercera guerra mundial ya no es teoría: es pensamiento sembrado.

Hemos olvidado la Bandera de la Paz, ese tríptico eterno que nos llama a sublimar toda dualidad. Nos urge recordar que el otro y la otra son extensiones de nosotros mismos. Sin raza. Sin clase. Sin separación. Porque solo en el Amor al prójimo nace la telepatía: esa forma avanzada de comunicación que no requiere tecnología, sino apertura.

Jesús, Buda, Mahoma… todos fueron avatares del verbo correcto, de la acción justa. Responsabilidad es la habilidad de responder. Y para responder, hay que ver, hay que sentir, hay que estar.

Una mujer me dijo que las mujeres son más inteligentes emocionalmente que los hombres. Por eso este mensaje va para ellas: sois las portadoras de la llave. La liberación sexual no será real si no hay liberación emocional. Vuestras emociones son portales. Vuestros ciclos menstruales, sincronías vivas del calendario lunar. Todo es femenino. Todo es tiempo.

Regresemos a la consciencia 4D. Regresemos a la comunicación del alma. Respondamos al llamado con arte, con presencia, con verdad. Solo así podrá nacer una nueva humanidad.

En servicio del orden sincrónico,
Maya Galáctico 999.

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